Como ya les conté en un post anterior, este año decidí dedicarlo completamente al trabajo con el elemento Tierra 🌱. Acá les escribo victoriosa desde Tierra Firme jajaja. ¡Sobreviví! 😂

Fue un compromiso desafiante, lleno de momentos de duda y resistencia, pero también de crecimiento profundo y transformador. ¿Querés saber cómo el elemento Tierra puede transformar tu vida? Acompañame en este recorrido lleno de aprendizajes y descubrimientos.


El Desafío de Permanecer

Dudé mucho en permanecer en el mismo elemento todo un año. Hubo momentos en que me costó la constancia: quería irme hacia lo creativo 🎨, hacia el estudio 📖, patear el tablero cambiando de trabajo o comenzando nuevos proyectos.

Es que la Tierra, con su energía de estabilidad y estructura, puede sentirse restrictiva porque nos confronta con nuestras resistencias más profundas. Está en su naturaleza mantenernos en el aquí y ahora, en lugar de permitirnos escapar hacia ideas abstractas y futuros imaginarios.

Para agosto, estuve a punto de abandonar seriamente. Sentía que mi propia decisión me oprimía, pero con el tiempo me di cuenta de que esa era precisamente la lección del elemento Tierra 🌱: ofrecer estructura sin llenar todo, permitiendo que florezca lo esencial, pero también exigiendo constancia y paciencia para construir algo duradero. Cuando lo entendí, empezaron a llegar los resultados en todo sentido. Las raíces estaban creciendo por debajo de la tierra; de un momento al otro, comenzó a verse en la superficie.


Salud y Amor Propio desde el Elemento Tierra

Este fue el año en el que más me enfoqué en mi salud. Tomé acción sobre temas que había postergado durante años, como el sobrepeso y los dolores de espalda. Esta decisión estuvo profundamente conectada con el elemento Tierra 🌱, que nos invita a cuidar de nuestro cuerpo físico, nuestro «hogar terrenal», y a prestar atención a lo que realmente necesitamos para sostenernos. Comencé a alimentarme con más conciencia, revisando los productos que consumo y reduciendo los procesados al máximo. Todo esto fue un acto de anclaje y cuidado que resonó con la estabilidad y la nutrición que simboliza la Tierra.

Entendí que para cambiar, el punto de partida no puede ser la crítica o la idea de que algo está mal en nosotrxs, sino el amor. Este enfoque espiritual, alineado con el elemento Tierra, me enseñó que el amor propio es una forma de anclaje.

Parte de ese amor fue comenzar a apreciar cómo me veo y buscar mi belleza sin lucha, honrando el cuerpo como una extensión de la Tierra misma. Esto me llevó a hacer ejercicio físico, en especial fuerza, que es el que más disfruto. Cada repetición y progreso representaron un acto de respeto hacia mi estructura física y energética. Los resultados fueron rápidos y sorprendentes, sobre todo a nivel de mi energía vital.

Además, logré ser mucho más prolija con mi imagen personal. Mi piel y mi pelo mejoraron significativamente gracias a los cuidados conscientes y productos más amables (más naturales, sin disruptores endocrinos).

Como plus: No me enfermé casi en todo el año, salvo por un virus pasajero. Trabajé también cada creencia que tenía respecto de cómo me enfermaba, cuándo y por qué (o para qué, aunque no lo creas). 


Mi Primer Retiro Espiritual: puro grounding y naturaleza

Hice mi primer retiro espiritual este año, una experiencia que marcó un antes y un después, ya que nunca me había animado a ir a uno por prejuiciosa (sobre todo porque no era 100% alineado con mis creencias).

Durante varios días, me sumergí en yoga por las mañanas, yoga nidra por las noches, baños musicales con cuencos tibetanos de metal y cuarzo. El yoga, especialmente en contacto directo con el pasto y el piso de madera, me conectó profundamente con el elemento Tierra 🌱. Esta práctica me ayudó a centrarme, fortalecer mi chakra base y encontrar estabilidad tanto en el cuerpo como en la mente.

Los baños musicales también tuvieron un gran impacto, ya que el sonido se relaciona con los elementos en su capacidad para resonar con diferentes frecuencias energéticas. Los cuencos tibetanos, con su vibración rica y armónica, me ayudaron a equilibrar y armonizar mi energía, anclándome a la Tierra.

Además, estuvimos descalzos durante todo el retiro, en contacto constante con el suelo. Esta práctica, conocida como grounding, fomenta una conexión directa con la energía terrestre, ayudando a descargar tensiones y recargar nuestra vitalidad. Fue a través de este contacto que sentí cómo la rigidez física y emocional comenzaban a disolverse.

Una de las prácticas más transformadoras fue el ejercicio del espejo, donde descubrí cómo me criticaba severamente a través de otra persona. Ver en ella lo que criticaba en mí y encontrarlo bello fue profundamente revelador. Este proceso me llevó a un profundo perdón, por el dolor que me ocasioné y por lo severa que había sido conmigo misma.

También hice danza akáshica, una práctica que combina movimientos fluidos con una profunda conexión espiritual para liberar emociones y energía bloqueada. A través de la danza, sentí cómo se activaba mi cuerpo, permitiéndome fluir y expresar aspectos internos que necesitaban ser liberados (sobre todo relacionados con la vergüenza y la comparación con los demás).

Por otro lado, participé en una ceremonia del cacao, un ritual ancestral en el que se utiliza esta planta sagrada y medicinal de forma pura como herramienta para abrir el corazón y fomentar la introspección.

Todas estas experiencias me ayudaron a conectar con el elemento éter (akash) pero también me anclaron en la Tierra, me conectaron con mi cuerpo y con mi sentir de una manera transformadora. Regresé del retiro con una nueva percepción de mi rigidez física y emocional, y siento que esos días me desataron y liberaron. Entendí que por algún motivo, aunque aún no lo comprenda, decidí estar acá, encarnando este cuerpo, en este momento y en esta realidad.

Confiar en la sabiduría que hay en cada una de las elecciones de mi alma y dedicarme a disfrutar del sentir presente me dio mucha calma. Siento que me di un verdadero regalo. 


La Abundancia de Tierra: Logros Profesionales y Personales

En el ámbito laboral, este año fue de gran enfoque y resultados. Finalicé mi MBA y otras certificaciones, lo que reafirmó el compromiso con mi carrera.

Tierra me enseñó que no necesitaba cambiar de proyecto para ser creativa, sino encarnar la líder que puedo ser. Este elemento me ayudó a entender que la creatividad florece mejor cuando tiene una estructura sólida que la sostenga, permitiéndome transformar ideas en acciones concretas y sostenibles.

Además, la energía de la Tierra fue clave para bajar momentos de estrés, al recordarme la importancia de estar presente y construir desde la calma. Este aprendizaje también me mostró que el liderazgo se nutre de la estabilidad y la paciencia propias del elemento Tierra, ayudándome a guiar desde un lugar firme y equilibrado.

En mi hogar, también hubo transformaciones significativas. Renové mi jardín, un espacio donde literalmente conecto con el elemento Tierra a través del cuidado de las plantas y la energía vital que ellas irradian.

Mi oficina, por otro lado, se transformó en el lugar donde «genero» y materializo ideas, simbolizando el aspecto creativo y productivo del elemento Tierra.

Ambos espacios, aunque bien diferentes, reflejan cómo esta energía puede manifestarse tanto en lo tangible como en lo simbólico, creando una estética y una energía que superó todas mis expectativas. Mi casa se está convirtiendo en un lugar de manifestación y reflejo de la realidad que anhelo.

Además, este año me permitió disfrutar de algunas escapadas al campo y a la montaña, donde pude reconectar con la naturaleza, desafiando también mis capacidades físicas.

El Elemento Tierra: Maestro Difícil pero Generoso

Estoy profundamente agradecida por cada lección del elemento Tierra 🌱. A pesar de las dificultades para mantenerme en su energía, valió la pena.

Trabajar este elemento de forma sostenida vale la pena porque:

  • Nos ayuda a establecer bases sólidas para el crecimiento personal y profesional.
  • Fomenta el cuidado del cuerpo físico y la conexión con la realidad tangible.
  • Nos enseña paciencia, constancia y cómo construir desde la calma.
  • Es clave para reducir el estrés y mantenernos ancladxs en el presente.
  • Permite que la creatividad florezca dentro de una estructura estable (para que no quede en «ideas»).

Dedicar un año entero a un elemento te permite integrarlo plenamente, entendiendo sus matices y aplicando sus enseñanzas en diferentes áreas de tu vida. Este enfoque profundo garantiza una transformación duradera.

Ahora me siento más preparada para avanzar hacia el próximo elemento en mi camino espiritual: el elemento Aire 🌬. Este elemento representa la comunicación, el pensamiento y la inspiración.

Sin embargo, esto no significa que voy a abandonar los esfuerzos y aprendizajes que construí con el elemento Tierra, sino que mantendré todos los cambios de hábitos y enseñanzas, profundizando. Sobre todo en el aspecto de la salud y el cuerpo físico, ya que solo tengo que continuar el camino por el que voy.

Muy pronto les contaré más sobre cómo planeo trabajar con Aire y las herramientas que voy a utilizar. ¡Estén atentis!

Gracias por acompañarme en este recorrido. Si te inspira trabajar con un elemento, te invito a comenzar con Tierra recorriendo mis posts anteriores para buscar el camino 💚