Hoy estamos festejando aún el Solsticio de Invierno, congelándonos las ideas en el Hemisferio Sur 😁 No quiero comentarles nada muy específico porque temo que pueda confundirlos pero, como noción general, los solsticios y los equinoccios ¡se festejan! Digo que no quiero confundir porque hay una tradición pagana alrededor de ellos, que les da ciertas correspondencias y significados, que no hacen tanto sentido en mi hemisferio, entonces, eso hace que la práctica varíe para mí.
Me parece interesante hablarles justo de este tema ahora porque es en estos sabbats en los que más recuerdo por qué decidí llamame «bruja elemental». Aunque, por momentos, ya no crea serlo. ¿Por qué? Porque en cada sabbat (tanto los mayores, como los menores) existe una serie de correspondencias que me llevan a trabajarlos basándome en un elemento primordial de foco. Al principio, solo con los menores, luego incorporando los mayores y más tarde trabajando en las transiciones de uno al otro, hasta pasar a la rueda zodiacal y a las horas planetarias (sincronización completa del mago con el universo).
Es que sí, hablo de maga y de bruja de la misma forma, aunque, sepan desde ya que no son lo mismo, pero si explico todo en un mismo artículo, me la pasaría perdiendo el hilo.
¿Qué es una Bruja Elemental?
La Brujería Elemental es básicamente un «camino» (path) dentro de la Brujería Moderna que se basa en el trabajo con los elementos y/o con los elementales.
Ya hablaremos pronto de los elementos un poquito cuando hablamos de cómo había técnicas basadas en cada uno de ellos para limpiar tus cristales.
Para quienes seguimos el camino de la Magiack Elemental y la Brujería Elemental (que no serían lo mismo tampoco, pero esto lo comparten), el poder radica en entender a los elementos y trabajar con los elementales.
Trabajamos entonces con el camino del pentáculo, en el equilibrio de los elementos: tierra, aire, fuego, agua y espíritu. Estos pueden trabajarse a lo largo de la rueda anual (sabbats), o bien, trabajarse de forma equilibrada desde el cierre del círculo mágico.
Algunas prácticas se detienen ahí, en los elementos y en la forma literal y metafórica en que los encontramos en la naturaleza, en el universo y en la mente. Otras prácticas, van un poco más profundo, yendo al «espíritu» de estos elementos, que integran cosas tan profundas como pensamientos y procesos, se combinan y se aislan, se desequilibran, se exceden, se carece de ellos.
Es en este «aislar» los elementos, llegar a su espíritu, que nos encontramos con los elementales.
Hace poco Pixar hizo una película en la que retrata a los Elementales, los hacen vivir en algún universo, cada uno tiene su formita, sus combinaciones, etc. Es una forma hermosa de verlo, las correspondencias entre los elementales que ellos retratan y lo que esos elementos representan es bastante adecuada, aunque solo toman (¡y por supuesto, es una película infantil!) un aspecto de cada elemento.
Entonces, como en la película, tenemos que el Agua tiene un elemental muy emocional y sensible, el Fuego tiene a una elemental muy iracunda y explosiva. Pero, a su vez, hacia el final de la película, la elemental de Fuego muestra cómo puede ser creativa, y el elemental de Agua cómo los sentimientos pueden salvar lo más importante.
Los elementales históricos, son un tanto diferentes a los de la película, pero me encanta que en la película hayan mantenido sus significados ocultistas.
¿Qué son los Elementales históricamente en la tradición mágica?
Los elementales son seres, entidades o energías asociados a los elementos. Se cree que ellos son responsables de que la naturaleza se mantenga en equilibrio y que podemos contactarlos e invocarlos para obtener su guía y ayuda.
Existen corrientes esotéricas diferentes que los interpretan con diferentes formas o tamaños pero en los que todos están más de acuerdo es en los 4 siguientes:
- Gnomos: Elementales de tierra, guardianes de la naturaleza.
- Ondinas: Elementales de agua, guardianes de ríos, arroyos y lagos.
- Sílfides: Elementales de aire, guardianes de los vientos.
- Salamandras: Elementales de fuego, guardianes de volcanes e incendios.
Si ya estás pensando «esto es una locura, yo no creo en gnomos y hadas», podés retirarte, porque esto se pone mejor y peor a la vez hasta que entiendas realmente de qué se trata.
La tradición hermética y esotérica, no solo relaciona a cada elemento con un elemental, sino que también menciona a un ser o entiedad soberana de cada uno de ellos, que se encarga de mantener y equilibrar las energías asociadas con ese elemento.
Particularmente, en la tradición hermética, se llega desde las energías más densas (elementales) a las más sutiles (arcángeles) en una jerarquía.
Solo para que puedas conocerlos, los reyes y soberanos son:
- Rey de las Salamandras: Djin
- Soberano del fuego: Seraph
- Rey de las Sílfides: Paralda
- Soberano del aire: Kerub
- Rey de las Ondinas: Niksa
- Soberano del agua: Tharsis
- Rey de los Gnomos: Ghob
- Soberano de la tierra: Ariel
Por otro lado, la tradición alquímica retoma en gran parte estos seres y habla de que son fuerzas de la naturaleza que podemos usar para la transmutación espiritual y la unión con lo divino.
¿Dónde podés aprender más sobre Magia elemental, Elementos y Elementales?
En mi opinión, como decía anteriormente, si bien no siempre lo soy, la magia elemental es la que más me ha servido y por eso la promuevo. Aunque tengo una forma muy particular de ver las cosas (ya pronto comento más).
Dentro de los materiales que he leído:
- Tratado sobre los Elementales – Paracelso (s. XVI)
- De Occulta Philosophia – Cornelio Agrippa (ca. 1500)
- La magia de los cuatro elementos – Scott Cunningham (s. XX)
Prácticamente cada uno de estos libros merece muchísimas explicaciones aparte, que algunos autores ya han realizado en sus propios libros. Si buscas libros de magia elemental o brujería elemental, o sobre los elementos en la magia, encontrarás que otros autores ya estudiaron este tema y puedes basarte en ellos para entender mejor de qué se trata. Aunque, si te gusta ir a las fuentes, con los dos primeros que mencioné, tienes bastante trabajo, el tercero es más generalista, más moderno, y no toca mucho el tema «elementales» sino que se basa más bien en los elementos y cómo se representan en la magia.
¿Tengo que creer en todo eso para hacer Brujería Elemental?
Sí y no. ¿Por qué deberías creerlo? ¿Por qué no deberías creerlo? Es lo primero que te invito a preguntarte.
Si afirmas que no existen antes de intentar siquiera realizar una pequeña comprobación empírica, es probable que el camino de la magia no sea el tuyo. Si te animas a mantenerte en la duda, pueden mostrarte cosas asombrosas.
¿No te resulta curioso que desde la antigüedad estos seres, o entidades, o lo que sean, hayan sido representados por prácticamente todos los pueblos? Acá no te hablo desde una cosmovisión euro-centrista. Me refiero a que hay pueblos aborígenes de África, de Polinesia, el antiguo Egipto, los Sumerios, los chinos…
¿Realmente crees que inventaron a estos seres para explicarse lo que no sabían explicar «científicamente»? Y si, todos los humanos, en diferentes partes del mundo, primitivamente le encuentran esa explicación a los elementos y los fenómenos naturales, ¿qué hay detrás de esa explicación creativa que coincide a lo largo y ancho del mundo? Es decir, ¿el ADN nos hace crear una formita de ondina para interpretar el agua? Es cuando menos curioso.
Y ahi viene un problema de la práctica ocultista moderna. El creer que todo es una receta, que por saber que existen los elementales ahora vas a empezar a verlos en todos lados, la dificultad de explicarle a alguien algo que se «siente» o se «percibe» pero no se ve de forma hologramática o física necesariamente.
La práctica es única en ese sentido. Y, al compartirlo con otras personas, me he dado cuenta de que cada uno percibe a los elementales de formas diferentes. Incluso, que todos tenemos un elemental que nos acompaña todo el tiempo (quizás más, pero he detectado solo a uno) y no necesariamente es del elemento que más nos representa.
También he coincidido con algunas personas en que cada elemental tiene un estilo propio, una forma diferente de comunicarse, una actitud, lo que llamaríamos «una personalidad».
Entonces, ¿creer o no creer? Es una elección personal. Particularmente, y por eso menciono la crítica a la práctica ocultista moderna que simplifica todo, hay cosas que no se pueden explicar y aunque yo te cuente mi experiencia personal, no van a hacer sentido para vos.
Por otro lado, hay toda una serie de explicaciones lógicas posibles a lo que se siente, se percibe, se aprende, a través del contacto con estos seres o entidades. Y todas esas explicaciones hacen agua por algún lado, o son igual de incomprobables que la versión más folkórica / literaria.
Esto me lleva a pensar en que: hay cosas que la ciencia no puede explicar, para lo que la lógica no alcanza, o que tienen algún tipo de explicación pero es incomprobable a través de los sentidos.
Si te gustan las explicaciones más «realistas»: podés suponer que hay una química cerebral que se genera siguiendo los pasos de un ritual y nos habilita a la conexión con un tipo de pensamiento que genera elementales. Jajaja perfecto. ¡Sos un alquimista!
Lo que te invito es a probar, porque cuando empezás a tener conexión con ellos, vas a entender por qué me genera muchísimas dudas el hecho de que solo sean pensamientos propios.
Espero haberte abierto un poco las puertas hacia lo que es la Brujería y la Magia Elemental. En algún momento ahondaré acerca de las diferencias y también acerca de las prácticas.
¡Gracias por acompañarme una vez más en este círculo mágico!
Hasta que nos volvamos a encontrar 💜✨