En el viaje espiritual, siempre nos encontramos explorando diversas dimensiones y energías, desde el fuego de la creatividad hasta las aguas de nuestras emociones.
Pero, este año he decidido dedicarme a profundizar en el elemento tierra como ya les conté.
Después de años de experimentar con diversos enfoques elementales, he comprendido la necesidad fundamental de estar bien arraigada, especialmente cuando se trata de construir una base sólida en nuestra vida.
La Conexión con Tierra: Más que Correspondencias
En mis primeros años de práctica, seguí las correspondencias sugeridas por tradiciones esotéricas como la Golden Dawn, adaptándolas al hemisferio sur, simplemente invirtiendo los roles tradicionales.
Noté entonces ciertas incongruencias al aplicar estas prácticas al enfoque elemental, especialmente porque los signos zodiacales asociados a los elementos no cambian entre hemisferios.
Por ejemplo, alguien nacido bajo el signo de Escorpio el 10 de noviembre lo es tanto en el norte como en el sur. Entonces, tanto en el norte como en el sur es un momento de ¿agua? porque es Escorpio (signo de agua).
Esta asociación zodiacal, ligada a las estaciones del norte, no siempre se traduce con precisión al sur (Por ejemplo, te toca trabajar fuego en invierno… y es raro). Esto me llevó a cuestionar y, finalmente, a redefinir mi relación con las energías elementales. La rueda anual que practico hoy en día, NO sigue necesariamente las correspondencias del Hemisferio Norte pero dadas vuelta.
Magia Elemental: de las más malentendidas y subestimadas
Es común subestimar el trabajo con los elementos, considerándolo una base sencilla comparada con la magia planetaria más compleja. ¿Pero por qué es más compleja? ¿Porque hay un par más de planetas que de elementos? 🌝 Hmm…
Esta «simplicidad» es engañosa; los elementos son la esencia misma de la magia, la estructura sobre la cual todo lo demás se construye.
La práctica prolongada y consciente de la magia elemental diaria, facilita una integración más profunda de estas energías fundamentales en nuestra vida diaria.
Lo más importante y “avanzado” que puedo comentar en un artículo sin extenderme a un artículo completo sobre el tema, es que sin dominio del microcosmos no hay dominio del macrocosmos. Como es adentro, es afuera, dirían los herméticos.
Sí, podés hacer magia planetaria, porque podés hacer lo que quieras de tu vida. Pero es probable que hacer una spell-jar con la energía de Júpiter para atraer la abundancia te salga para la chacota si no estás enraizada 🔴.
Con los elementos, “empezamos por casa” (literal).
El Poder del elemento Tierra para mejorar hábitos
Decidí centrarme en el elemento tierra porque es en éste donde reside la clave para el equilibrio, la fortaleza física y el contexto que propician la tierra fértil en la que lo que quieras para tu vida crezca sin esfuerzos.
La tierra nos enseña sobre la salud, el hogar y la prosperidad — aspectos de nuestra vida que, si no se gestionan bien, pueden desestabilizar cualquier otro progreso espiritual, mental, emocional o creativo.
Aquí algunas prácticas específicas de Elemento Tierra del mundo muggle:
- Ejercicio Físico: Mantener el cuerpo fuerte y saludable. La tierra nos recuerda que debemos cuidar nuestro templo físico para sostener nuestra práctica espiritual. Pero, también aprender cómo no estresarlo en demasía.
- Cuidado de Plantas: Conectar con la tierra al cuidar plantas no solo enriquece tu entorno, sino que también te enseña lecciones valiosas sobre el crecimiento, los ciclos y la renovación.
- Tiempo en la Naturaleza: Pasar tiempo en entornos naturales te ayuda a recargar energía y a recordar el ciclo de la vida, del cual somos parte integral. Pueden hacerse viajes de “remedio” si estás en la ciudad. Baños de bosque si tenés uno cerca.
- Salud Integral: El sueño y una dieta centrada en alimentos no procesados en la medida de lo posible, basándose en la variedad de gustos y colores. El desafío en este aspecto es encontrar el equilibrio entre el placer y el cuidado consciente.
- Finanzas Ordenadas: Administrar bien nuestros recursos materiales refleja nuestro respeto por la prosperidad que nos da la tierra y fomenta más abundancia. Trabajar también en auto-regalos para sanar problemas de merecimiento (si no tenés dinero, el tiempo es un gran regalo que podés darte).
El trabajo con tierra es solo el comienzo. Prepara el terreno para transiciones sucesivas a otros elementos como el aire, donde el enfoque se desplaza hacia el aprendizaje y la expansión mental.
Pero, he notado que un enfoque desequilibrado hacia un elemento sobre otro puede llevar a desbalances significativos, como ansiedad al sobrevalorar el aire, o desconexión al enfocarse demasiado en la espiritualidad sin una base terrenal sólida.
Rituales de Magia Ceremonial (prácticas más avanzadas)
6. Utilizar rituales como el Ritual Supremo del Pentagrama para invocar al Elemento Tierra es un método poderoso para comenzar con una práctica mágica más seria.
Este ritual no solo fortalece nuestra conexión con el elemento, sino que también nos enseña a visualizar, a entender la orientación espacial y temporal, y a reconocer la energía que nos compone.
Lo que nadie te dirá, pero yo sí me animo, es que al principio sentís que es una locura, que no funciona, que no tiene sentido. También existe la tentación de “adaptarlo” a algo más cercano, traducirlo, mencionar cosas abstractas en vez de espíritus superiores, etc. No lo hagas. Así de simple.
Si sentís que es muy raro, que no te va a funcionar, que no creés, que no entendés del todo para qué sirve, etc. No es tu momento de hacer alta magia, dale un tiempo a cada elemento, otro tiempo a aprender más, en algún momento quizás tu voz interior te pida que lo intentes.
Como recomendación personal si vas a hacerlo, pienso que sería mejor hacerlo si ya conoces el Ritual Menor del Pentagrama (LBRP) y lo has hecho durante un tiempo. ¿Por qué? Porque en el caso de generar algún desbalance con el elemento tierra, puedes hacer el Ritual Menor del Pentagrama para volver al equilibrio. Es más, muchos hacen uno, y el otro luego, para conectar con el elemento y sus entidades correspondientes, pero luego volver al balance.
Desarrollando también un compromiso continuo
Este año, mi compromiso es con el elemento Tierra, pero es un recordatorio de que el trabajo elemental es continuo y dinámico.
A través de esta dedicación, no solo busco equilibrar y fortalecer mi propio microcosmos, sino también proporcionar un modelo para aquellos que buscan profundizar en su propia práctica mágica elemental.